¿Te suena la palabra “recuperación”? ¿Sabías que el descanso representa una parte fundamental del entrenamiento?
¿Sabías que descansar 1 o 2 veces a la semana es bueno para obtener un músculo más grande y sano? ¿Sabías que la recuperación pasiva (es decir, no entrenar ese día) mejora tu salud músculo-esquelética y trae consigo un menor índice de lesiones?
Cuidado, puede que estés entrenando más de la cuenta, invirtiendo el doble de tiempo, esfuerzo y energía sin poder notar los efectos.
Para obtener buenos resultados en tus objetivos (ya sean hipertrofia muscular, tonificación, definición, pérdida de peso…) es necesario darle una tregua a tu cuerpo y permitir que descanse y se recupere en forma óptima.
Crear tiempo de recuperación en cualquier programa de entrenamiento es importante porque es el momento en que el cuerpo se adapta al estrés del ejercicio y se produce el efecto de entrenamiento real.
La recuperación también permite al cuerpo reponer las reservas de energía y reparar los tejidos dañados.
El ejercicio o cualquier otro trabajo físico provocan cambios en el cuerpo, como la degradación del tejido muscular y el agotamiento de las reservas de energía (glucógeno muscular), así como la pérdida de líquidos.
El tiempo de recuperación permite reponer estos almacenes y permite que se produzca la reparación del tejido. Sin el tiempo suficiente para reparar y reponer, el cuerpo continuará rompiéndose debido al ejercicio intensivo.